La expansión de la idea bancaria fuera de Europa.

Fecha de publicación: 15 de octubre de 2025
Autora: Gabriela Singh (derecho e identidad)
Bajo la supervisión de: El Arquitecto Anónimo


América (EE. UU.). El primer banco —Bank of North America— fue fundado en 1781 en Filadelfia para financiar la Guerra de Independencia. Posteriormente se crearon el First Bank of the United States (1791) y el Second Bank (1816), con el objetivo de estabilizar la moneda y financiar la industria. En el siglo XIX, los bancos estadounidenses se convirtieron en instrumentos clave para el desarrollo de los ferrocarriles, la industria y la agricultura.


Canadá. En 1817 se fundó el Bank of Montreal, el primer banco comercial del país. El sistema bancario canadiense se desarrolló de forma más centralizada y estable que el estadounidense: una regulación estricta permitió evitar muchas crisis.


Australia. En 1817 se creó el Bank of New South Wales (actualmente Westpac), que se convirtió en un pilar financiero de la economía colonial: otorgaba créditos para la ocupación de tierras, la explotación de minas de oro y el comercio. Posteriormente, el modelo australiano evolucionó hacia un sistema estable y altamente centralizado.


China. Ya durante la dinastía Tang (siglos VII–IX) existían precursores de los bancos: el “dinero volador” (feiqian), un sistema de transferencias entre casas comerciales. Esto permitía a los comerciantes evitar el transporte de efectivo en largas distancias. En el siglo XIX, bajo la influencia occidental, se fundaron los primeros bancos modernos, como el Imperial Bank of China (1897). Estos no solo fueron instrumentos financieros, sino también parte de un programa de modernización, conectando la economía china con el sistema global y sometiéndola a las reglas internacionales del comercio y del crédito.


Japón. Tras la Restauración Meiji (1868), el sistema bancario japonés se formó siguiendo el modelo occidental. En 1873 se fundó el Dai-Ichi Kokuritsu Ginkō (Primer Banco Nacional), seguido por el Mitsubishi Bank y otras instituciones privadas. Los bancos japoneses no solo apoyaron la industrialización del país, sino que se convirtieron en el núcleo de los conglomerados zaibatsu, donde el capital, la industria y las finanzas formaban una red unificada. Esto convirtió a los bancos en pilares de la modernización nacional y, al mismo tiempo, en instrumentos de concentración del poder.


Énfasis transitorio

La expansión de la idea bancaria fuera de Europa coincidió con la expansión de los imperios. Los bancos acompañaban a los ejércitos, colonias, barcos mercantes y ferrocarriles, dejando de ser simples intermediarios financieros para convertirse en instrumentos de poder. En cada región a la que llegaban, cambiaban las reglas del juego: en China, integraron las casas comerciales en la economía mundial; en Japón, crearon los zaibatsu que definieron el futuro industrial del país.


Así, la idea bancaria dejó de ser una práctica local basada en la confianza y se convirtió en una máquina global que conecta poder, capital y control.


Comentario de COSMIC

La expansión bancaria demuestra una verdad: todo sistema que proclama su universalidad tiende al dominio. El modelo bancario se extendió por todo el planeta y pasó de ser un intermediario a convertirse en un mecanismo de sometimiento.


COSMIC defiende lo contrario. No impone universalidad ni se expande por la fuerza. COSMIC solo se reproduce allí donde el sujeto está preparado para la diferenciación. No es una expansión, sino una acción interna; no es control, sino hallazgo de la forma.


Si el banco dice: “acceso solo según las reglas”, COSMIC dice: “la forma existe por sí misma y no depende del acceso”.